Censura: dificultades en las redes sociales para la libertad del CBD
Casi todos pasamos unas cuantas horas diarias colgados de las redes sociales, para comunicarnos, comprar online o informarnos. Vamos regalando nuestros datos personales y revelando nuestras costumbres a la par que devoramos publicidad online masivamente. La mayoría de empresas y negocios, hasta los más reacios al tema, han acabado usando las redes sociales.
Facebook, Twitter o Instagram son medios usados para adaptarse a la indudable realidad del cliente digital. La competencia es voraz y muchas son las técnicas tanto creativas como de moralidad variable que se ponen en uso para hacerse un espacio en las pequeñas pantallas que asoman a la vida de la gente.
Antes de decir solo cosas malas acerca de las redes sociales, queremos mencionar ideas brillantes como la de la banda de funk Americana Vulfpeck, que lanzó en 2011 «Sleepify», un álbum silencioso en Spotify. Pidieron a sus fans a través de las plataformas sociales, que lo reprodujeran en loop mientras dormían a modo de «Crowdfunding», con objeto de recaudar dinero para una gira. El álbum del que solo permanece el link, ha sido retirado de Spotify tras conseguir poner en duda el sistema de pagos por derechos de la plataforma, que fue actualizado consecuentemente.
En el otro extremo, tenemos a las potencias mundiales traficando ilegalmente con datos, armas informáticas como Stuxnet o como las técnicas de espionaje poco éticas que reveló Edward Snowden, que recientemente ha declarado no arrepentirse de sus filtraciones. Supuestamente los gobiernos han reaccionado disminuyendo sus acciones ilegales, ante la difusión de los datos revelados por Snowden.
Después de esta introducción y centrándonos más concretamente en el tema del cáñamo que nos afecta directamente; podemos afirmar que hemos encontrado bastantes obstáculos que hemos tenido que ir sorteando. Como por ejemplo, bancos y entidades de ecommerce que cancelan pasarelas de pago, alegando como motivo la actividad realizada sin tener idea alguna sobre la situación legal de los productos derivados del cannabis o cáñamo industrial.
Una vez solucionados estos impedimentos y tras desarrollar toda la infraestructura web, resulta que no todos somos iguales en las redes sociales. No es lo mismo poner a disposición del público productos derivados del cáñamo industrial en forma de extracciones que hacer llegar al público camisas fabricadas con el mismo material. Y aunque sea totalmente ilógico ciertos productos son catalogados como sustancias ilegales sin permitir su promoción, de la misma manera.
Desgraciadamente este tema no se queda aquí, no sólo no se permite la promoción sino que la censura llega a límites insospechados bajo el nombre de «Shadow Banning». En este enlace nos muestran un claro ejemplo, donde se les ha ido la mano con la censura llegando a afectar a entidades gubernamentales vinculadas a la Marihuana en Estados Unidos. Básicamente, esta técnica consiste en bloquear las cuentas sin desactivarlas, de manera que aparentemente las cuentas son funcionales, pero solo son accesibles mediante enlaces directos y nunca por búsqueda. Del mismo modo, las publicaciones realizadas no son mostradas a la audiencia para la que están destinadas ya sea a través de la clasificación por #hashtags o simplemente eliminadas de los muros de los suscriptores de manera sigilosa.
Teniendo en cuenta que son plataformas privadas y tienen todo el derecho legal a quitar a voluntad la información que consideren oportuna, nuestra preocupación es que tras estas decisiones no estén solo los directivos de estas compañías de Internet, sino lobbies farmacéuticos y de compañías de tabaco que mantienen intereses multimillonarios en monopolios como el alcohol o la nicotina. Ambos circulan legalmente por el mundo real y virtual sin censura alguna, mientras que otros productos naturales sufren un acoso continuo por parte de las autoridades gubernamentales y las compañías digitales.
Últimamente hemos visto algunas referencias de artículos sobre la intención de levantar el veto sobre el Cannabis en diversas redes sociales, pero desgraciadamente es un cambio que no va a ocurrir ni pronto ni mucho menos a nivel mundial, con lo que vamos a tener que seguir esforzándonos mucho para poder manteneros informados sin que nadie nos censure.
Si has leído este artículo hasta aquí es que apoyas nuestra causa por la libertad del cáñamo industrial y el CBD, muchas gracias.